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Si algo nos han enseñado los amigos del norte es a acompañar nuestros Habanos de sobremesa con una copa de buen pacharán. Y en esta tarde ya casi gélida que anuncia el invierno he maridado el H. Upmann Robustos Añejados con el de Menesa.

Por Ángel García Muñoz

Los siete años de añejamiento de nuestro Robusto se denotan ya desde que lo sacamos del humidor, con su capa colorada oscura, sus aromas claramente amaderados y todo el tiempo que ha permanecido guardado desde que fuera torcido en las galeras de H. Upmann.

Perteneciente a la Serie Añejados, que ya cuenta en su haber con media docena de vitolas, nada más encenderlo este H. Upmann ya nos recuerda que su ligada está originada con tabacos que queman muy bien, un aroma penetrante y una fortaleza de tipo medio/medio acompasada con el añejamiento del puro.

Mientras degustamos las primeras aspiraciones de nuestro habano, dejamos caer en un vaso un buen chorro del pacharán Menesa, que procede de un pequeño pueblo burgalés (Rioseras), a no más de 20 kilómetros de la capital, donde se elabora en las bodegas Maestros Artesanos de Licores y Aguardientes, con un proceso totalmente tradicional en el que las endrinas juegan su principal papel.

Mientras el no especialmente denso humo de nuestro Robusto de H. Upmann penetra en la cavidad bucal, ya con las papilas debidamente acostumbradas a los sabores tabaqueros, el encuentro con el pacharán es bastante grato dado que los toques afrutados y aguardentosos del Menesa sirven para percibir sensaciones sin ningún tipo de aristas, a lo que también ayuda su graduación alcohólica (30%), no demasiado alta.

Sorprendidos por los aromas de frutas y la liviandad que se denota en boca con este pacharán, que ofrece una magnífica integración de las endrinas y el aguardiente, el picor del habano en la punta de la lengua casa muy bien con la cremosidad en el paso por la boca del líquido, que es también muy sedoso.

El aguardiente natural de orujo, bien mezclado durante un año y medio en maceración con las endrinas, hace del Menesa un estupendo compañero con el espléndido equilibrio de sabores muy redondeados y aromas de nuestro habano, que acompaña al destilado en un paralelaje ideal para disfrutar de casi una hora de esta armonía.